El drenaje linfático es uno de los tratamientos corporales más demandados en los salones de belleza. Por si no lo sabías, esta técnica se ha convertido en un auténtico ‘boom’ y arrasa entre las ‘celebs’ que aseguran que la eliminación de líquidos y grasa de sus cuerpos se debe, en gran parte, al drenaje linfático.
Sí, el tratamiento funciona de maravilla pero dejemos las cosas bien claras desde el principio: si quieres presumir de un cuerpo tonificado, es inevitable hacer ejercicio, llevar una vida sana y cuidar la alimentación. Eso sí, una ayudita extra nunca viene mal, ¿verdad?
¿Pero en qué consiste el drenaje linfático? ¿Qué beneficios tiene? ¿Qué puede hacer por ti y por tu cuerpo? Hablamos con varias expertas para descubrirlo. ¡Toma nota!
Drenaje linfático: qué es y para qué sirve
Fernanda Silva, creadora del tratamiento ‘Royal Touch’ que arrasa entre las famosas porque ayuda a eliminar la retención de líquidos, nos lo deja bien claro: «Los masajes drenantes son masajes especializados para eliminar los deshechos acumulados por el cuerpo y mejorar su funcionamiento. Es necesario realizar este tipo de masaje con una profesional en el tema, ya que, dependiendo de las necesidades del cuerpo, una mala aplicación del masaje puede tener consecuencias negativas».
El masaje «se realiza a partir de la activación de los linfonodos. Esto nos ayuda a desatascar las vías obstruidas, arrastrando los líquidos del sistema circulatorio para luego lograr que el cuerpo los elimine de forma natural», señala la experta.
Los beneficios del drenaje linfático
Fernanda Silva destaca que estos son los principales beneficios del tratamiento:
¡Para nada! Puedes estar tranquila. «El ritmo debe ser lento y los movimientos suaves y progresivos, siguiendo el sentido de los ganglios linfáticos y estimulando cada punto para ayudar a evacuar las toxinas del organismo», nos explica Mireia Olivet, técnico esteticista de The Secret Lab.
«Muchas veces los clientes que lo prueban por primera vez se sorprenden por la suavidad de su aplicación, que lo convierte prácticamente en una caricia, pero así es como debe ser para no bloquear los vasos linfáticos. Entre las maniobras que se realizan están los círculos fijos con las dos manos a la vez, de arrastre y bombeo, de arrastre con el dedo pulgar o con las dos manos a la vez. Con esta técnica, lo que se consigue principalmente es drenar los líquidos excedentes que cubren las células y facilitar la evacuación de los desechos de nuestro sistema celular», añade la experta.
«Está especialmente indicado para personas con problemas de circulación, tendencia a la retención de líquidos, inflamación… También resulta beneficioso para personas con dolencias y enfermedades articulares o reumáticas, de carácter inflamatorio, como la artrosis, etc.», añade la experta.
Mireia Olivet nos lo deja claro: «Es importante no confundir masaje drenante con masaje reductor. Aunque el linfático también puede practicarse para ayudar a tratar la celulitis, existen otras técnicas manuales específicas para ello y mucho más efectivas para conseguir este objetivo, como el masaje anticelulítico (basado en movimientos muy enérgicos y rápidos). Una combinación de masaje anticelulítico y aparatología es lo mejor en estos casos.
«A diferencia de otro tipo de masajes como, por ejemplo, el muscular –que no se recomienda repetir en un plazo menor a 72 horas, por la necesidad de recuperación del músculo–, el drenaje linfático manual puede realizarse con mayor asiduidad, teniendo en cuenta los objetivos que se desean conseguir y la zona: eliminar toxinas, líquidos, mejorar la circulación, etc. Puede hacerse todos los días, un día sí y otro no… Una frecuencia óptima serían dos veces en semana», recomienda la experta.
Gracias a tres fases de trabajo, ayuda a eliminar la grasa localizada que ya ha sido tratada durante la cavitación», nos explican los expertos y detallan los beneficios de cada fase:
Fuente: Cosmopolitan