Los cambios hormonales y la genética son uno de los factores que hacen que tu pelo pueda ser más graso, fino o se debilite. ¿Pero sabías que la alimentación también influye a tu cabello? En Hammam&Henna te lo contamos todo.
Consumir proteínas, minerales y vitaminas puede ayudar a reducir la grasa, la caspa o directamente la caída del cabello. Para mantener un cabello fuerte y sano, es importante seguir una dieta equilibrada que contenga nutrientes que fortalezcan el folículo piloso.
Crucíferas: Alimentos como las coles o el brócoli previenen que tu cabello se debilite porque son ricos en betacarotenos y vitamina C, elementos esenciales para producir colágeno.
Huevo: El huevo es rico en proteínas, antioxidantes, vitaminas A y D, pero también proporciona biotina y queratina. La biotina es esencial para favorecer el crecimiento celular mientras que la queratina es una proteína principal del pelo.
Frutos secos: Las vitaminas principales de los frutos secos (especialmente las almendras y las nueces) son las del grupo B y E, entre ellas la biotina, una vitamina hidrosoluble esencial para combatir la caída del cabello. Los frutos secos contienen antioxidantes, por lo que ayuda a tener un pelo más denso y sano.
Pescado azul: El pescado azul es una fuente de proteínas, hierro y vitamina B12. Esta vitamina contiene omega 3 que produce un efecto antiinflamatorio y aporta luminosidad a tu cabello.